Durante mis vacaciones en la India a principios de 2014 recibí un mensaje de Candela, amiga mía de toda la vida. “Tengo una amiga que se casa en Normandía este año, y le he hablado de tí. ” Y sólo con esa frase, me puse a saltar de alegría. Era un momento muy especial para Volvoreta, puesto que estrenábamos nuestras “Wedding destinations”

Esta boda, fue una de esas bodas de cuento de hadas que es increible presenciar, como si de una película de Hugh Grant se tratara, donde siempre triunfa el amor. El amor, fue el lema de esa boda. Inés tiene una muy estrecha relación con su padre, que lleva 7 años luchando contra el cáncer, por lo que cuando vió que el momento había llegado y que su padre iba a estar en la boda, quiso hacerle también participe y que también fuera su día. Inés decidió hacer la boda en “Pontrancart” una casa familiar donde su padre ha vivido muchos momentos especiales y ella ha pasado veranos maravillosos.

Gracias a Inés y Alfredo por compartir esta mágica boda con nosotros. Se respiraba un ambiente íntimo, fresco y divertido. Podías caminar alrededor del Château y sus maravillosos jardines y siempre había algo: niños escondidos, detalles preciosos, músicos entre arboles, invitados. El coctel fue alrededor de los jardines, como si de una tarde de campo se tratase. Lanzaron globos de los deseos al cielo, fuegos artificiales, sorpresas y una animadísima fiesta. En todo momento ni a Inés y Alfredo, ni a ningún invitado se le quitó la sonrisa de la cara. Y yo aún sigo sonriendo cuando vuelvo a mirar las fotos.

Gracias a Candela por haberme presentado a Inés, agradezco a «Casilda se casa» habernos publicado esta boda y que siempre nos apoye en nuestros nuevos proyectos, a todo mi equipo de Volvoreta por haberse emocionado conmigo en este reportaje, a “Crepuscule Events” y concretamente a Diane por su buen gusto, a Mickey Pavón porque siempre sabe como hacer de una fiesta un fiestón y a Inés y Alfredo por haberlo hecho realidad. Gracias.